¿Cómo afectan los impuestos al nivel de empleo? ¿Qué reformas pueden reducir el desempleo y aumentar la participación de la fuerza de trabajo? Estas son algunas de las preguntas contestadas en Estudio de Política Fiscal nº 21, de la OCDE Fiscalidad y Empleo, donde se ponen de relieve los principales desafíos de política a los que se enfrentan los gobiernos y sugiere algunas ideas para que los países hagan frente a estos desafíos.
A raíz de la crisis financiera y económica, la tasa de desempleo en el área de la OCDE ha aumentado del 6,1% en 2008 al 8,2% en 2011. Este aumento ha llevado a muchos países a considerar si una reforma fiscal puede ayudar a reducir el desempleo de larga duración. Al mismo tiempo, los encargados de la política fiscal en muchos países también están preocupados acerca de cómo reducir los fuertes desincentivos al trabajo que los sistemas fiscales pueden crear.
Los impuestos sobre la renta del trabajo - incluidas las cotizaciones sociales - representan alrededor de la mitad de los ingresos fiscales totales, en promedio, en los países de la OCDE.
Unas excesivas cargas fiscales desaniman a los empleadores a contratar. También reducen los incentivos a los desempleados a buscar trabajo, y a los que tienen empleo, les incentiva a trabajar más tiempo o más intensamente.
La reducción de estas cargas fiscales es difícil, especialmente debido a la necesidad de reducir los déficits presupuestarios, en la mayoría de países. Esto indica que hay poco margen para reducciones generalizadas de impuestos globales. Sin embargo, aún puede haber margen para reformas específicas.