José Manuel Lasierra - Universidad de Zaragoza y Santos M. Ruesga - Universidad Autónoma de Madrid
Una versión reducida de este artículo se publicó en El periódico de Aragón, el domingo 15 de marzo de 2015
La gran cantidad de noticias que esta sociedad de la información nos proporciona dificulta con frecuencia poder interpretarla y analizarla, para saber realmente con quien nos jugamos los cuartos. El bombardeo de flashes informativos y la complejidad de las situaciones no permiten ver las conexiones, las posibles causas subyacentes o el núcleo fundamental de las cuestiones sobre las que se nos informa. Y, sin embargo, en este marasmo, inconexo aparentemente, hay personas y sobre todo grupos poderosos que se mueven como pez en el agua y en un océano en el que la ciudadanía aparece como una simple e inerme marioneta al albur del oleaje informativo. Veamos algunos ejemplos recientes.
1. Son noticia los esfuerzos y las oscuras actuaciones de la industria tabaquera para reducir las medidas de las políticas antitabaco. Para descafeinar la directiva europea antitabaco, sólo Phillips Morris empleaba a 160 lobbistas. La industria tabaquera consiguió que 137 organismos de diverso tipo se opusieran a la directiva y pudo acceder a los más altos núcleos de poder legal y político de la Unión Europea en defensa de unos intereses espurios que atentan directamente (la ciencia dixit) contra la salud de los ciudadanos.
2. Casi todo el mundo aprueba y valora positivamente el plan PIVE. Conseguir algo más barato, y más si es algo costoso como un coche, a todo ciudadano le place. No obstante conviene recordar que el objetivo de este Plan es fomentar la actividad productiva, o sea el empleo, estimulando el consumo. Ocurre que como no hay restricciones acerca del tipo de coche a subvencionar (seguramente no sería legal desde el punto de vista comunitario) cuando compramos un automóvil de gama alta, ¿saben donde se crea más empleo? En Alemania seguramente. Es lo que tiene tener en cuenta las cadenas productivas de los bienes de consumo. Pero no se preocupen, el plan se vende bien. La patronal ANFAC y el gobierno dicen que el Estado recauda más impuestos, IVA y matriculación, que las bonificaciones que concede. Así se podrá financiar el seguro de desempleo a los desempleados del sector. ¿Se acuerdan de la diferencia entre dar el pescado o proporcionar la caña de pescar? Pues analicen. Del plan PIVE del 2014 Rumanía parece haber sido el primer beneficiario.